22 abril 2012

Fina García Marruz, Retrato de una virgen

Ella no sabe bien lo que ha pasado.
Él era su amigo, y ahora
le ha dicho adiós.
¡Ella que lo veía
como el padre, el esposo
que iba a ser!
Ahora pasea con otra,
van riendo.
Ella no entiende
pero se ha quedado
quieta, como quien espera
una orden, o como el agua
antes de recoger la imagen
del rostro amado.
No se ha entregado al llanto.
No tiene una alborotada
imaginación. Sigue
yendo a sus clases. Cuida
cosas pequeñas: las libretas,
la raya en el orden, igual
que el pelo al levantarse.
Hace lo mismo que antes,
sólo un poco más triste.
La luz que la abandona
la dibuja un momento.
No sabe que está sola.
Ese ignorar la guarda.

Fina García Marruz
Cuba

La Habana, 28 de abril de 1923
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1 comentario:

José Manuel dijo...

El desamor puede llegar a ser tan cruel, que no se llega a reaccionar.
No conocía este poema, aunque si a la autora. Gracias por compartirlo.

Besos