16 diciembre 2016

Kazuko Shiraishi, Jugador de fútbol

Un jugador de fútbol
patea una bola,
todos los días, patea una bola.
Un día pateó al amor tan alto
que éste quedó en el cielo
y jamás regresó.
La gente piensa que debe ser el sol,
que debe ser la luna
o alguna nueva estrella.
En mi interior
también pende una bola,
suspendida en el cielo,
que nunca regresó.
Ustedes pueden verla
convirtiéndose en llama,
en amor,
en estrella.

Kazuko Shiraishi
Japón
Vancouver, Canadá, 27 de febrero de 1931

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