13 febrero 2017

Víctor Jiménez, El atajo

No es que yo viva para la añoranza
ni que, a menudo, ande cabizbajo
pero, si alguna vez se viene abajo
mi corazón y pierdo la esperanza,

si retrocede la ilusión y avanza
sombrío el desaliento, no hay atajo
mejor, para ponerme a salvo bajo
el cielo, que volver a la bonanza

de aquella luz, de aquella primavera,
de aquel tiempo de sueños sin frontera
cuando nada se sabe de la muerte.

No es que yo viva para la memoria,
pero el agua de ayer me sabe a gloria
cuando mi corazón no está de suerte.

Víctor Jiménez
España
Sevilla, 1957

1 comentario:

Mª Jesús Muñoz dijo...

Precioso y profundo soneto...Asi es, la memoria nos resguarda de los vientos presentes y nos proyecta hacia el futuro, esperanzados...
Mi felicitación y mi abrazo para Victor y para ti, Trini.