23 octubre 2017

Carmen Gúzman Ortega, Guerra y paz

Cuando el hombre,
en paz con su conciencia
sienta latir sus células disueltas en el cosmos,
cuando beban del mismo manantial
el lobo y el cordero,
el tigre y el antílope,
el león y la cebra,
el hombre y su enemigo.
Cuando bailen al son de las esferas
palmeras y eucaliptos,
el olivo y el olmo,
el pino y el ciprés,
se elevarán las voces en un coro de ángeles,
en arenga de paz.
No bruñirán su acero los cañones,
se oxidarán los goznes de las máquinas
que siembran el terror,
no existirán fronteras en los mares
ni tapias en los huertos
y jugarán los niños
sobre los tanques viejos y oxidados,
y Abel perdonará a su hermano asesino.
Carmen Gúzman Ortega
España
La Palma del Condado, Huelva

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