Cuando me asomé a tus labios
un rojo túnel de sangre,
oscuro y triste, se hundía
hasta el final de tu alma.
Cuando penetró mi beso,
su calor y su luz daban
temblores y sobresaltos
a tu carne sorprendida.
Desde entonces los caminos
que conducen a tu alma
no quieres que estén desiertos.
¡Cuántas flechas, peces, pájaros,
cuántas caricias y besos!
Manuel Altolaguirre
Málaga, 29 de junio de 1905/
Burgos, 26 de julio de 1959
Cómo disfruto con la poesía del sentimiento, y con los versos de Altolaguirre donde el deseo es arte sublime.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué precioso, qué delicado, preciosista, sensible hasta sentir el pálpito del corazón. Qué grande Altolaguirre.
ResponderEliminarBesazos.
Qué bonito poema!, especialmente esos versos finales.
ResponderEliminarBesosss.
Aunque no es uno de mis poetas favoritos, éste es un bello poema, para recrearse en los sentimientos.
ResponderEliminarUn beso, princesa.
Soledad.
Me encanta Altolaguirre, y ese beso, esos deseos, me emocionan, poesia de sentimientos.
ResponderEliminarpor cierto, si sabes de alguna antología de Altolaguirre, recomiendamela, que estoy buscando recopilar toda su obra.
un abrazo
"A tu carne sorprendida"... wuauuuuuu
ResponderEliminarHermoso, intenso..
Besitos!
Como me gusta este beso de Altolaguirre, que acaba con la soledad ante la presencia del amor.
ResponderEliminarUna poesía bellísima.
Besos
Muy hermoso, me encanta.
ResponderEliminarGracias por enseñarmelo.
Besos
anamorgana
que bonito me ha parecido el poema, sencible y emocionante, gracias por cederme la oportunidad de su lectura
ResponderEliminarun besazo
Qué alegría encontrarme con estos versos tantas veces recitados en mi boca.
ResponderEliminarUn saludo
Jesús Domínguez