Regreso al mismo café.
Las horas lentas que pasaron en vano
atraviesan conmigo la puerta giratoria.
Y al fondo, entre las mesas,
una sonrisa tuya me mira como entonces.
Pero otra vez esos labios extraviados
tampoco son tus labios,
no hay sonrisa y el mármol de esta mesa
certifica en mis manos un mensaje de frío.
Amalia Iglesias
España
España
Un vacío inmenso!!! Abrazos.
ResponderEliminar.
ResponderEliminarA água que restou não foi
na minha boca.
Confira no meu blog, mas
não esqueça de dizer, olá!
Um abraço,
silvioafonso
.