amigos. Caminemos reposada-
mente. La frente siempre sosegada
y siempre sosegada el alma. Menos
mal que bebí de tus venenos,
inquietud, y no me supiste a nada.
El aire se serena, remansada
música suena de acordes serenos.
No moverán la hoja sostenida
con mis dedos, a contra firmamento
en medio del camino de mi vida.
Vísteme de hermosura el pensamiento,
serenidad, perennemente unida
al árbol de mi vida a contra viento.
Blas de Otero
Bilbao,
15 de marzo de 1916
Majadahonda,
29 de junio de 1979
Qué bien lo explica el gran Blas de Otero, ocurre que hay que conocer lo que no quieres, para aferrarte a contraviento a lo que amas, a la brújula de la vida de uno.
ResponderEliminarBello y sereno, hermoso.
Besazos, querida Trini.
Así es como deberíamos de caminar siempre, sosegadamente, apartando lo malo para poder disfrutar de lo bueno con serenidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gusta el sosiego porque soy una desasegante...
ResponderEliminarPractico la serenidad para domesticar mi lado salvaje.
Me gusta la poesía porque condensa la vida en versos y la dota de más intensidad.
Un beso, Trini
Preciosa serenidad.
ResponderEliminarUn beso.
Trini, muchas gracias, hacía mucho tiempo que no leía nada de Blas de Otero. ¿Verdad que no es muy mencionado en los medios?
ResponderEliminarDobles abrazos.
Un poeta cargado de futuro. Gracias por evocarlo.
ResponderEliminarSaludos...