Ciñe el aire mis muslos. Soy de aire.
El mar me sabe. Sal, vela y espuma.
dibujan mi contorno en el paisaje.
Me traspasa la luz. No me conozco.
Soy apenas un soplo de la tarde.
El sexo yace en paz, el alma duerme,
no tengo voz y Dios está distante.
Navego por los cielos castamente
con las alas al viento como un ángel.
Pequeña llama, apenas un chispazo.
mi corazón no existe, pero arde.
Susana March
Barcelona, 29 de enero de 1918/21 de diciembre de 1990
Me encanta este poema, me gustan mucho los poemas autobiográficos con tanta pasión.
ResponderEliminarBesos
Navego por los cielos constantemente con las alas al viento como un ángel.
ResponderEliminarCon estos versos de tu bello poema me quedo.
He venido a saludarte.Gracias por tu mensaje.
Volveré con más calma para leer más.
Un abrazo cariñoso para ti. Rayén
Hasta que despierte, todo termina despertando.
ResponderEliminarMe encanta esta escritora.
Saludos.
Espiritual poema, sin duda...y él navega y siente como es su naturaleza.
ResponderEliminarBello!
Abrazos.