Llueve en el mar con un murmullo lento.
La brisa gime tanto que da pena.
El día es largo y triste. El elemento
duerme el sueño pesado de la arena.
Llueve. La lluvia lánguida trasciende
su olor de flor helada y desabrida.
El día es largo y triste. Uno comprende
que la muerte es así..., que así es la vida.
Sigue lloviendo. El día es triste y largo.
En el remoto gris se abisma el ser.
Llueve... Y uno quisiera, sin embargo,
que no acabara nunca de llover.
Leopoldo Lugones

Moja más la lluvia de la melancolía, que la de las nubes.
ResponderEliminarBesos
Siempre es preferible la lluvia al viento.
ResponderEliminarMe gustó Lugones. Gracias por traerlo.
Un saludo.
Un excelente poeta con una historia de vida muy triste. Abrazos.
ResponderEliminar¡Hola Trini!!!
ResponderEliminarMelancólicos pero bonitos versos.
Gracias por compartirlos.
Un abrazo y buen fin de semana.