Cuando las veo pasar alguna vez me digo: qué sentirán
ellas, las que decidieron ser perfectas conservar a toda
costa
sus matrimonios no importa cómo les haya resultado el
marido
(parrandero mujeriego jugador pendenciero
gritón violento penqueador lunático raro algo anormal
neurótico temático de plano insoportable
dundeco mortalmente aburrido bruto insensible desaseado
ególatra ambicioso desleal politiquero ladrón traidor
mentiroso
violador de las hijas verdugo de los hijos emperador de
la casa
tirano en todas partes) pero ellas se aguantaron
y sólo Dios que está allá arriba sabe lo que sufrieron.
Cuando las veo pasar tan dignas y envejecidas,
los hijos las hijas ya se han ido en la casa sólo ellas
han quedado
con ese hombre que alguna vez quisieron (tal vez ya se
calmó
no bebe apenas habla se mantiene sentado frente al
televisor
anda en chancletas bosteza se duerme ronca se levanta
temprano
está achacoso cegato inofensivo casi niño) me pregunto:
¿Se atreverán a imaginarse viudas, a soñar alguna noche
que son
libres
y que vuelven por fin sin culpas a la vida.
Daisy Zamora
Nicaragua
Managua, 20 de junio de 1950/
Managua, 20 de junio de 1950/
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