La tinta verde crea jardines, selvas, prados,
follajes donde cantan las letras,
palabras que son árboles,
frases que son verdes constelaciones.
Deja que mis palabras, oh blanca, desciendan y te cubran
como una lluvia de hojas a un campo de nieve,
como la yedra a la estatua,
como la tinta a esta página.
Brazos, cintura, cuello, senos,
la frente pura como el mar,
la nuca de bosque en otoño,
los dientes que muerden una brizna de yerba.
Tu cuerpo se constela de signos verdes
como el cuerpo del árbol de renuevos.
No te importe tanta pequeña cicatriz luminosa:
mira al cielo y su verde tatuaje de estrellas.
México
Ciudad de México, 31 de marzo de 1914/
Ciudad de México , 19 de abril de 1998
Un poema de amor, que abarca la naturaleza y el cosmos...Una preciosidad, que inspira y deja huella. Gracias a Octavio y a ti Trini.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
M.Jesús