¿No
cesará este rayo que me habita
el
corazón de exasperadas fieras
y
de fraguas coléricas y herreras
donde
el metal más fresco se marchita?
¿No
cesará esta terca estalactita
de
cultivar sus duras cabelleras
como
espadas y rígidas hogueras
hacia
mi corazón que muge y grita?
Este
rayo ni cesa ni se agota:
de
mí mismo tomó su procedencia
y
ejercita en mí mismo sus furores.
Esta
obstinada piedra de mí brota
y
sobre mí dirige la insistencia
de
sus lluviosos rayos destructores.
Miguel
Hernández
España
Orihuela
30 de octubre de 1910/
Alicante 28 de marzo de 1942
No hay comentarios:
Publicar un comentario