Dios concede a los
laboriosos ángeles
tardes libres para
jugar.
Me encontré con
uno,
olvidé a mis
compañeros,
todo,
inmediatamente, por él.
Dios llama a los
ángeles, puntualmente,
a la caída del
sol.
Perdí al mío.
¡Qué aburridas las
canicas
después de haber
jugado a las coronas!
Emily Dickison
Estados Unidos
Amherst,
Massachusetts ,10 de diciembre de 1830/
15 de mayo de 1886
Me gusta la magia y la sensibilidad de esta escritora.
ResponderEliminarGracias por traerla, Trini.
Mi abrazo y mi cariño para las dos.