El arte de perder no cuesta tanto
irlo aprendiendo (insisten las cosas
hasta tal punto en perderse, que el llanto
por ellas dura poco). Y el espanto
por perder algo cada día, rosas
que se deshojan, horas, llaves, cuanto
pueda ocurrírsele a uno, no es tanto.
Practica entonces perder más, y goza
el ritmo de la pérdida, su encanto:
pierde ciudades, nombres, y en Lepanto
pierde una mano, un destino, una moza:
nada de esto será para tanto.
Perdí el reloj de mi madre, y el manto
con que cubría mis hombros, la loza
en que tomaba el té, pero igual canto.
Perdí mi tierra, mi rumbo y aguanto
de lo más bien tanta pérdida. Es cosa
de acostumbrarse: no, no es para tanto.
Perderte a ti, por ejemplo, tu encanto
y tu cariño perder, dolorosa
prueba sería, pero nunca tanto
(aunque parezca condena espantosa).
Elizabeth Bishop
Estados Unidos
Worcester, Massachusetts , 8 de febrero de 1911
Boston, Massachusetts , 6 de octubre de 1979
Es cierto, vamos dejando atrás tantas cosas...Pero, la vida nos empuja hacia adelante y mientras haya latido hay esperanza...Elizabeth nos muestra su coraje, su fortaleza y su serenidad.
ResponderEliminarMi abrazo para ella y para ti, Trini.