Esta
casa
que
tantas noches albergó millones de almas,
tu
amor por las cosas inservibles,
mi
terquedad por conservar lo podrido,
ya
ni puede ser habitada por mi hastío.
Cambio
los objetos de lugar
para
nunca encontrarlos,
compro
otra marca de jabón y crema de dientes
para
que no quede ningún olor, ningún rastro.
Abro
las cortinas en noches sin luna,
los
insectos podrían traer luz a esta casa.
Catalina
González Restrepo
Colombia
Medellín,1976
que triste pero
ResponderEliminarque bonito