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23 diciembre 2017

La muerte del ciudadano, Ledo Ivo

Levántate Juan y grita al mundo
la protesta escondida en tu pecho
o guardada en tu llanto.
Ahora que moriste, el mundo es menos grande.
Perdiste, finalmente, los cielos supradivinos
y la dulzura de un átomo.
Vales más tieso que vivo,
con tu metafísica evidente
en los pliegues de la mortaja.
Levántate, Juan y grita a los presentes
que esta vida no cede, que esta isla
no esconde un tesoro.
Lloraste inútilmente: amaste en vano.
Al viento, ofreciste tu rostro desnudo,
imagen de Juan.
Debajo del paisaje quedarás
hasta diluirse tu sumario total:
el polvo que fue Juan.
Ledo Ivo
Brasil
Maceió, Alagoas, 18 de febrero de 1924
Sevilla, España, 23 de diciembre de 2012

27 septiembre 2011

Ledo Ivo, La hoguera


Quema cuanto puedas:
las cartas de amor
las cuentas telefónicas
el cesto de ropa sucia
las escrituras y certificados
la deslealtad de los colegas
resentidos
la confesión interrumpida
el poema erótico que confirma
la impotencia
y anuncia la arteriosclerosis

los recortes antiguos y las
fotografías amarillentas.
No dejes a los voraces herederos
ninguna herencia de papel.
Sé como los lobos: muere en la
madriguera
y sólo muestra tus afilados
dientes a los canallas.
Vive y muere cerrado como un
caracol.
Dile siempre no a la escoria
electrónica.

Destruye los poemas
inacabados, los borradores,
las variaciones y los fragmentos
que provocan el orgasmo tardío
de filólogos y eruditos.
No dejes a los catadores de
basura literaria ninguna migaja.
No confíes a nadie tu secreto.
La verdad no puede ser dicha.
Ledo Ivo
Brasil
Maceió, Alagoas, 18 de febrero de 1924
Sevilla, España, 23 de diciembre de 2012


28 junio 2011

Ledo Ivo, Ser y saber

Veía el viento soplando
y la noche descendiendo.
Oía el grillo saltando
en la hierba estremecida.

Pisé el agua
más bella que la tierra.
Veía la flor abrirse
como se abre la ostra.

El día y la noche se unieron
para ungirme.
La unión de luz y sombra
abrazó mis sueños.

Veía la hormiga esconderse
en la ranura de la piedra.
Así se esconden los hombres
entre las palabras.

La belleza del mundo me sustenta.
Es el hermoso pan matinal
que la mano más humilde coloca
en la mesa que divide.

Jamás seré un extranjero.
No temo ningún exilio.
Cada palabra mia
es una patria secreta.

Soy todo lo que es partición
el trueno la claridad
los labios del mundo
todas las estrellas que desaparecen.

Sólo conozco el origen:
el agua negra que lame la tierra
y los cangrejos que me acechan
entre las raíces del mangle.

Sólo sé lo que no aprendí:
el viento que sopla
la lluvia que cae
y el amor.
Ledo Ivo
Brasil
Maceió, Alagoas, 18 de febrero de 1924
Sevilla, España, 23 de diciembre de 2012