Mostrando entradas con la etiqueta Marin Sorescu. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Marin Sorescu. Mostrar todas las entradas

21 noviembre 2017

Marin Sorescu: Shakespeare

Shakespeare creó el mundo en siete días.
En el primero hizo el cielo, los montes, los abismos
Del alma.
En el segundo hizo los ríos, los mares, los océanos
Y demás sentimientos,
Y se los entregó a Hamlet, Julio César , Cleopatra y Ofelia,
A Otelo y otros,
Para que se enseñorearan en ellos con sus sucesores
Por los siglos de los siglos.
El tercer día reunió a todos los hombres
Y les enseñó los gustos:
El gusto de la felicidad, el gusto del amor, el gusto
De la desesperación,
El gusto de los celos, el gusto de la gloria.
Entonces fue que llegaron unos individuos que se habían retrasado.
El Creador les acarició, compasivo, la cabeza,
Y les dijo que no les quedaba sino hacerse
Críticos literarios
Y negar su obra.
El cuarto y el quinto día los reservó a la risa.
Liberó a los payasos
Para que hicieran sus cabriolas
Y dejó a reyes, emperadores
Y otros infelices divirtiéndose.
El sexto día solucionó unos problemas administrativos:
Desencadenó una tormenta,
Enseñó al rey Lear
Cómo llevar su corona de paja.
Habían quedado algunos desechos del génesis
Y creó a Ricardo III.
El séptimo día echó una mirada para ver si le quedaba algo por hacer.
Los directores de teatro ya habían llenado la tierra con carteles,
Y Shakespeare consideró que después de tanto esfuerzo
Valía la pena ver también él un espectáculo.
Pero antes de esto, sintiéndose sumamente agotado,
Se fue a morir un poco.
Marin Sorescu
Rumania
Bulzești , 29 de febrero de 1936
Bucarest, 8 de diciembre de 1996

29 octubre 2017

Marin Sorescu: He vendado

Vendé los ojos de los árboles
Con un pañuelo verde
Y dije: búsquenme.

Y los árboles me hallaron en seguida
Con una carcajada de hojarasca.

Vendé los ojos de los pájaros
Con pañuelo de nubes
Y dije: búsquenme.

Y me hallaron los pájaros
Con un trino.

Vendé los ojos de la tristeza
Con una sonrisa,
Y me halló la tristeza al día siguiente
En un amor.

Vendé los ojos del sol
Con mis noches
Y dije búsquenme.

Allí estás, dijo el sol,
Detrás de ese tiempo,
No te ocultes más.

No te ocultes más
Me dijeron todas las cosas
Y todos los sentimientos
A los que intenté vendar los ojos.
Marin Sorescu
Rumania
Bulzești , 29 de febrero de 1936
Bucarest, 8 de diciembre de 1996

12 abril 2017

Marin Sorescu: Pregunta

¿Qué día es hoy?
¿Lunes?
Pero lunes ya fue
La semana pasada.

¿Martes?
Martes fue también el año pasado,
Fue martes como que hay Dios.

¿Miércoles?
El siglo pasado, según he sabido,
Cayó en miércoles.

¿Jueves?
Un jueves fue arada
Cartagena,
Un jueves fue incendiada
La biblioteca de Alejandría.
Imposible que no haya pasado
Ni siquiera un día desde entonces.

¿Viernes? ¿Sábado?
Yo ya oí hablar en cierta ocasión
De los días éstos,
No me vengan con historias.

¿Tal vez Domingo?
El tiempo anterior al génesis
Se llamaba domingo.
Lo recuerdo perfectamente.

Dios mío, todos los días han sido.
¿No nos ha quedado ni siquiera un día
Marin Sorescu
Rumania
Bulzești , 29 de febrero de 1936
Bucarest, 8 de diciembre de 1996

07 enero 2013

Marin Sorescu: Nos conocemos

Nos conocemos.
Nos vimos un día
En la tierra,
Yo iba por un lado de ella
Tú por el otro.

Tú eras así y asá,
Oh, eras como todas las mujeres,
Fíjate cómo he retenido
Tu rostro.

Yo me emocioné
Y dije algo con la mano en el corazón,
Pero no había manera de que me escucharas.
Porque entre nosotros pasaban todo el tiempo
Automóviles y aguas y especialmente montes,
En fin, todo el globo.

Me miraste a los ojos
Pero, ¿qué podías ver?
En mi hemisferio
Se había hecho justamente la noche.
Extendiste la mano: diste con una nube.
Yo abracé los hombros de una hoja.
Marin Sorescu
Rumania
Bulzești , 29 de febrero de 1936
Bucarest, 8 de diciembre de 1996