Miguel Veyrat: La lengua de mi madre

Iluminado como estaba

intenté enhebrar

la lengua de mi madre

en los caminos sin hilo

-¿Para qué quiere Dios tener

mi corazón? Si ya es dueño

del silencio y de todas las palabras

que ensarta una tras otra

en este o aquél dolor

Tiempo suspendido poesía

que sólo se revela

sobre los ríos de sangre

Miguel Veyrat

España

Valencia, 28 de julio de 1938

Miguel Veyrat: La desintegración de la rosa I

Fue primero tierna y rosa

apretado botón contra mi alma

donde oculto el escorpión

se agazapaba.

Se abrió después

al sol de otoño

y sus órganos al viento

y sus pétalos estaban

abiertos como manos.

Fue luego secando

su vientre breve

fecundado,

y mustia la tersura

pudo separarse

de su tallo y otra rosa

brotó en la carne

y yace rosa seca verde y rosa vieja

enjuta y deshojada.

 

Miguel Veyrat

España

Valencia, 28 de julio de 1938

Miguel Veyrat: Nostos

La palabra uniría los dos bordes de un abismo infranqueable

Filón de Alejandría

(Siglo I)

Ah, si fueras tú posible todavía!

Si pudieras pronunciar

de nuevo tu palabra

en un momento sin tiempo

y hacer como aquél día primero,

que todo fuera posible:

Como regresar cantando

a casa. Yo inventaría

entonces para ti

un alfabeto nuevo,

donde amar consistiera

en pronunciar lentamente esa palabra,

con todas sus letras

y tu propio acento, a toda hora

y en un lugar sin fecha

que fuese meta y partida —y

regreso a cada paso, al mismo tiempo.

Miguel Veyrat

España

Valencia, 28 de julio de 1938