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16 julio 2019

Mª Victoria Atencia: Ternura

Quizás no sea ternura la palabra precisa
para este cierto modo compartido
de quedar en silencio ante lo bello exacto,
o de hablar yo muy poco y ser tú la belleza
misma, su emblema, aunque tan próxima y latiendo.
Y es también un destino unánime que vuelvan
a idéntico silencio -cuando llegue la hora
de la tregua indecible- mi palabra y tu zarpa.
Mª Victoria Atencia

España
Málaga, 28 de noviembre de 1931/

01 diciembre 2017

Mª Victoria Atencia,:1 de diciembre

Marchaba por su curso el Adviento y se estaban
quedando los jardines a merced del poniente.
Algunos animales prosiguieron en celo.
Escurrían los peces su plata en las orillas.
Derramaban serrín las muñecas de trapo
y sintieron las tejas verdecer sus aleros.
La tristeza en los barcos no aumentó con la lluvia
ni lloraron los sauces más de lo conveniente.
Encontró el recental las ubres deseadas.
Ajenos, los amantes continuaron su sueño.
Y aunque un frío finísimo paralizó mi sangre,
estuvo a punto el té, como todos los días.
Mª Victoria Atencia
España

Málaga, 28 de noviembre de 1931/

24 octubre 2017

Mª Victoria Atencia, Muchacha

Llevas un vaso lleno de transparencias
entre inquietas manos y escurridizos dedos.
Puedes cantar el cielo, el amor, las estrellas:
todo nacerá nuevo de tus labios hermosos.
Descubrirás en sueños la vida que te acosa
tan dulcemente mansa y le sonreirás.
Despertarás el día menos pensado entre
un mayo y un septiembre y moverá el asombro
el filo de tu enagua.
Revolverás entonces de un desconcierto grande
el mundo que te llena; una luz saltará,
en caños, por tus ojos.
Y seguirá la fuente el curso de tu cuello
mientras pájaros haya en vuelo por tus venas
y palabras diciendo del amor en tu boca.
Mª Victoria Atencia
España
Málaga, 28 de noviembre de 1931/

16 octubre 2016

Mª Victoria Atencia, Casa de Blanca

No llamaré a tus puertas, aldaba de noviembre:
el árbol de las venas bajo mi piel se pudre
y una astilla de palo el corazón me horada.
Porque tú no estás, Blanca, tu costurero antiguo
se olvida de los tules, y el Niño de Pasión
va llenando de llanto el cristal de La Granja.

Tiene el regazo frío tu silla de caoba,
tiene el mármol tu quieta dulzura persistida
y bajo tu mirada una paloma tiembla.
Perdidamente humana pude sentirme un día,
pero un mundo de sombras desvaídas me llama
y a un sueño interminable tu cama me convoca.


Mª Victoria Atencia
España
Málaga, 28 de noviembre de 1931/ 

04 octubre 2016

María Victoria Atencia, Para seguir creyendo

Si mi disposición entera
si mi desierto puerto y tan antiguo,
si mi arroyo interior y configuraciones,
si mi naturaleza progresiva fueses,
y mucho más y todo,
yo sería mi adentro
y te tuviera allí escondido y consentido
y amante, y tu caricia fuera mi razón suficiente
para seguir creyendo la hermosura del mundo.


María Victoria Atencia
España
Málaga, 28 de noviembre de 1931/

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17 septiembre 2016

Mª Victoria Atencia, Godiva en blue jeans

Cuando sobrepasemos la raya que separa 
la tarde de la noche, pondremos un caballo 
a la puerta del sueño y, tal Lady Godiva, 
puesto que así lo quieres, pasearé mi cuerpo 
-los postigos cerrados- por la ciudad en vela... 

No, no es eso, no es eso; mi poema no es eso. 
Sólo lo cierto cuenta. 
Saldré de pantalón vaquero (hacia las nueve 
de la mañana), blusa del "Long Play" y el cesto 
de esparto de Guadix (aunque me araña a veces 
las rodillas). Y luego, de vuelta del mercado, 
repartiré en la casa amor y pan y fruta.

Mª Victoria Atencia
España
Málaga, 28 de noviembre de 1931/ 
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01 julio 2015

Mª Victoria Atencia, Mar

Bajo mi cama estáis, conchas, algas, arenas:
comienza vuestro frío donde acaban mis sábanas.
Rozaría una jábega con descolgar los brazos
y su red tendería del palo de mesana
de este lecho flotante entre ataúd y tina.
Cuando cierro los ojos se me cubren de escamas.

Cuando cierro los ojos, el viento del Estrecho
pone olor de Guinea en la ropa mojada,
pone sal en un cesto de flores y racimos
de uvas verdes y negras encima de mi almohada,
pone henchido el insomnio, y en un larguero entonces
me siento con mi sueño a ver pasar el agua.

Mª Victoria Atencia
España
Málaga, 28 de noviembre de 1931/ 
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11 octubre 2011

Mª Victoria Atencia, Amor

Cuando todo se aquieta
en el silencio, vuelvo
al borde de la cuna
en que mi niño duerme
con ojos tan cerrados
que apenas si podría
entrar hasta su sueño
la moneda de un ángel.

Dejados al abrigo
de su ternura asoman
por la colcha en desorden,
muy cerca de sus manos,
los juguetes que tuvo
junto a sí todo el día,
ensayando un afecto
al que ya soy extraña.

Quien a mí estuvo unido
como carne en mi carne,
un poco más se aparta
cada instante que vive;
pero esa es mi tristeza
y mi alegría un tiempo,
porque se cierra el círculo
y él camina al amor.
Mª Victoria Atencia
España
Málaga, 28 de noviembre de 1931/ 

10 mayo 2011

Mª Victoria Atencia, Llegué cuando una luz muriente declinaba...

Llegué cuando una luz muriente declinaba.
Emprendieron el vuelo los flamencos dejando
el lugar en su roja belleza insostenible.
Luego expuse mi cuerpo al aire. Descendía
hasta la orilla un suelo de dragones dormidos
entre plantas que crecen por mi recuerdo sólo.

Levanté con los dedos el cristal de las aguas,
contemplé su silencio y me adentré en mí misma.

Mª Victoria Atencia
España
Málaga, 28 de noviembre de 1931/

16 enero 2011

Mª Victoria Atencia: Los sábados

Los sábados teníamos de par en par los ojos
enseñando las luces doradas del domingo,
mientras iban las horas resbalando su carga
de ilusión en nosotras.

Sentadas en pupitres, en filas o en recreos,
pensábamos el día perfecto cada una
con un sol, sus películas y su adiós en la calle
al niño que llevaba nuestro nombre en su frente.

Volar era la clave escrita en nuestro ánimo.
Soñábamos con puertas y con la interminable
escalera que parte el monte en dos mitades,
donde un coche esperaba nuestra vuelta más rápida,
llevándose un viaje de alegría hacia el centro.

Mas pasaba el domingo, y con él los proyectos
de toda una semana extrañamente larga;
y el resultado era arrastrar la nostalgia
seis días como puños.

María Victoria Atencia
España
Málaga, 28 de noviembre de 1931/