Tenla, sostenla, súbele
aguas dulces y puras,
vela la milagrosa
ascensión del perfume
y esa niebla de fuego
que se le dobla en pétalos.
El amor... ah, qué rosa
verdadera.
Ah, qué rosa total,
voluptuosa, profunda,
de tallo ensimismado y
raíces de angustia,
desde tierras
terribles, intensas, de silencio,
pero rosa serena.
Tenla, sostenla,
siéntela, y antes que se derrumbe
embriágate en su olor,
clávate en las espadas
del amor, esa flor,
esa rosa, ilusión,
idea de la rosa,
de la rosa perfecta.
Idea Vilariño
Uruguay
Uruguay
Montevideo, 18 de agosto de 1920/ 28 de abril de 2009
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