La muerte es un
jardín con rosas amarillas.
Siempre amanece o
es el atardecer color violeta.
No hay sol de
mediodía quemante, hiriente.
En esa orilla de
la noche
el aire está
poblado de luciérnagas y estrellas.
Allá no estaré
sola nunca.
Alguien espera.
Colombia
Manizales 25 de
diciembre de 1922/
1 comentario:
Enigmático y valiente poema de Maruja Vieira...
Mi abrazo y mi cariño para ella y para ti, Trini.
Publicar un comentario