A filo de la luz
siempre hacia
adentro
debajo del
torrente subterráneo
en el espejo
cedido por la claridad
fundirse con los
sueños
abandonar el día
y en el último
latido
viajar perderlo
todo
dejar hasta la
sombra
mirar las playas
sumergidas
las rocas certezas
inauditas
a la orilla del
mar que nos espera
y volver
con minerales
tesoros en las manos
la mirada presa en
los prodigios
a iluminar el aire
del deseo
en la mañana
abierta y nueva.
Blanca Luz Pulido
México
Teoloyucan, 27 de
octubre de 1956
1 comentario:
Un poema intimista, esperanzador y muy inspirador...Al filo de la luz, abandonar el día y fundirnos con los sueños...
Mi abrazo y gracias por traerla, Trini.
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