eres hija inocente
del desierto y las olas.
Azul incandescencia.
Remota en tus senderos,
en la cumbre perfecta
del racimo y los labios,
cíngulo de tu aliento,
dormido en las adelfas.
¿Eres
diosa o camino?
Mujer
acaso. Y basta.
María Rosal
España
Fernán-Núñez, Córdoba, 1961
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