Nace del mar la esfera de la noche vacía
y en la nada granate se confunden
el alma con el lobo.
Entonan las estrellas sus cánticos desnudos:
es entonces la vida la conciencia del viento.
Todo es memoria blanca, sin tiempo,
sin recuerdos, sin palabras ni piedras.
Aquí el fuego es papel sobre el marfil del agua
y en sus ascuas mojadas se deshace el destino.
Tempestades de arena hacia los signos yertos
en el olvido amargo de un idioma celeste,
arrastrad los espejos que hieren al silencio
y entre los laberintos del mercurio y el miedo
contemplad la hermosura de ser estatua y aire.
Jose Ramon Ripoll
España
Cádiz, 10 de agosto de 1952
1 comentario:
Me encantó la elegancia de la forma y el sentimiento unidos...Magistral la palabra.
Mi felicitación para José Ramón y para ti, Trini.
Mi abrazo para los dos.
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