Muerte,
no seas orgullosa, aunque algunos te llamen
poderosa
y terrible, porque no lo eres,
pues
aquellos que crees haber aniquilado
no
mueren, ¡pobre muerte!, ni a mí puedes matarme.
Del
descanso y del sueño, que son sólo tu imagen,
viene
placer, y luego de ti más vendrá aún:
los
mejores se marchan cuanto antes contigo,
descanso
de sus huesos, libertad de sus almas.
Del
hado eres esclava, del Azar, reyes y locos,
y
habitas en veneno, guerra y enfermedad;
opio
y hechizos pueden igual adormecernos,
y
aún mejor que tu golpe. ¿Por qué entonces tu orgullo?
Después
de un breve sueño despertamos eternos,
Y
ya no habrá más muerte: muerte, tú morirás.
John Donne
Reino Unido
Londres,
22 de enero de 1572/
31
de marzo de 1631
No hay comentarios:
Publicar un comentario