A no esperar por
ti pues no te encontrarás
En el instante de
decir sí al destino
Incierta te
detuviste enmudecida
y los océanos
después sin prisa te rodearon
A eso llamaste
Orfeo Eurídice-
Incesante intensa
la lira vibraba al lado
Del desfilar real
de tus días
Nunca se distingue
bien lo vivido de lo no vivido
El encuentro del
fracaso-
Quién se acuerda
del fino escurrir de la arena en el reloj
Cuando se alza el
canto
Por eso la memoria
sedienta quiere venir a la superficie
En busca de la
parte con la que no diste
En el ronco
instante de la noche más callada
O en el secreto
jardín a orillas del río
En junio.
Sophia de Mello
Portugal
Oporto, 6 de noviembre
de 1919/
Lisboa, 2 de julio
de 2004
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