En la playa he
encontrado un caracol de oro
macizo y
recamado de las perlas más finas;
Europa le ha
tocado con sus manos divinas
cuando cruzó las
ondas sobre el celeste toro.
He llevado a mis
labios el caracol sonoro
y he suscitado
el eco de las dianas marinas,
le acerqué a mis
oídos y las azules minas
me han contado
en voz baja su secreto tesoro.
Así la sal me
llega de los vientos amargos
que en sus
hinchadas velas sintió la nave Argos
cuando amaron
los astros el sueño de Jasón;
y oigo un rumor
de olas y un incógnito acento
y un profundo
oleaje y un misterioso viento…
(el caracol la
forma tiene de un corazón).
Nicaragua
Ciudad Darío, 18
de enero de 1867/
León, 6 de febrero
de 1916
No hay comentarios:
Publicar un comentario