27 marzo 2017

Víctor Bustamante , Blues

No sabe a qué horas ni cómo ha llegado
De repente en la espesura del alba
recuerda, con su boca pastosa,
risas, cascos de limón, agua, rock, tangos y boleros, soda,
colillas y cenizas animadas por el espíritu del licor
Realiza un balance: palabras, luces, salsa,
una mirada hambrienta a alguna muchacha,
autos que pasan, alguna cita que no cumplirá,
algún beso robado a una bella boca roja
y sobre todo una lagrima de hielo
que aun persiste.
Así lloran los hombres.
Beben hasta exprimir todas las botellas.
Se drogan hasta que la cabeza queda con alto octanaje.
Buscan el exceso del sexo
pero sobre todo alguna muchacha que los escuche
porque los excesos narcotizan,
conducen al mar de la tranquilidad y del silencio.
 Aun en la mesa de madera
preludio de tantas visitas
lo ha desgarrado cierta ausencia
también lo habitan vetas de licor rojo
más risas
pero sobre todo
esa puta lagrima de hielo.

Víctor Bustamante
Colombia
Barbosa, 1954

1 comentario:

tecla dijo...

Ay las lágrimas de hielo, deben de ser terribles.