que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.
Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida
no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.
Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.
Buenos Aires 24 de agosto de 1899/
Ginebra 14 de junio de 1986
Ginebra 14 de junio de 1986
6 comentarios:
Muy buena poesía, como siempre fué Borges, real, directo,sincero.
Gracias por haber leído algo mío. Publiqué unos sonetos hace unos años en un libro que se llama "Sonetos de membranza", algunos de los cuales he publicado en este blog. Si estás interesada en algún aspecto de mi obra, estoy a tu disposición. Un saludo muy cordial.
Impactante el poema que nos compartes. Ni hablar, de un buen maestro de las letras.
Un fuerte abrazo.
Genial borges, sin palabras.
Un abrazo Trini
Bárbaro, sencillamente tan, tan grande como él lo es siempre.
Un poema para sacudir hasta el delirio, la propia vida en su compromiso: el de la felicidad y el del sufrimiento tan necesarios en nuestro camino.
Fantástico. Besazos.
No soy fan de Borges, aunque reconozco su talento, siempre me pareció de juicios despiadado, algo cínico, con muchas ganas de provocar y creerse por encima del resto de los escritores de su tiempo, y ahora sé por qué, no fue feliz, no intentó ser feliz, de ahí su remordimiento.
Un tremendo poema, con todo ese talento que no supo aplicar a su vida.
Un abrazo, Trini
Impactante por lo real, un genio. Gracias por compartir.
Besos
anamorgana
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