blancura entre las manos, sol o nube;
corazón que no intenta volar porque basta el calor,
basta el ala peinada por los labios ya vivos.
El día se sienta hacia afuera; sólo existe el amor.
Tú y yo en la boca sentimos nacer lo que no vive,
lo que es el beso indestructible
cuando la boca son alas, alas que nos ahogan mientras los ojos se cierran,
mientras la luz dorada está dentro de los párpados.
Ven, ven, huyamos quietos como el amor;
vida como el calor que es todo el mundo solo,
que es esa música suave que tiembla bajo los pies,
mundo que vuela único, con luz de estrella viva,
como un cuerpo o dos almas, como un último pájaro.
Vicente Aleixandre
España
Sevilla 26 de
abril de 1898/ Madrid 14 de diciembre de 1984
1 comentario:
Cuando leí la obra de Aleixandre no logré entenderla o sencillamente no logré comunicarme con ella. Después de leer este poema, creo que tal vez aquella no era la ocasión y ahora deba de intentarlo de nuevo.
Un abrazo
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