yo me puse a llorar y tú reías.
Tu desdén era un dios, las quejas mías
momentos y palomas en cadena.
Noche abajo los dos. Cristal de pena,
llorabas tú por hondas lejanías.
Mi dolor era un grupo de agonías
sobre tu débil corazón de arena.
La aurora nos unió sobre la cama,
las bocas puestas sobre el chorro helado
de una sangre sin fin que se derrama.
Y el sol entró por el balcón cerrado
y el coral de la vida abrió su rama
sobre mi corazón amortajado.
Federico García Lorca
España
España
Fuente Vaqueros,
Granada, 5 de junio de 1898/
Alfacar, Granada,
19 de agosto de 1936
4 comentarios:
Precioso soneto el que has elegido, Trini. Es todo un canto reflexivo al amor y sus desvelos.
Besos
García Lorca, poeta de noches y lunas. :-)
Un beso Trini
Mil gracias por este hermoso regalo. Abrazos.
Federico... Siempre le he amado.
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