12 octubre 2012

Almudena Guzmán, Nunca más volviste

Nunca más volviste,
Daniel.

Desde entonces ya no hubo patio
ni baúles con especias,
ni la luz posó sus labios
en los membrillos del aparador.

Y en vez de tu cuerpo fue la fiebre,
la humedad,
el tremendo cansancio
fluyendo de los frascos de perfume.

Por la tarde se me cala el cabello
en un charco de polvo.

Por la noche agrietaba con los nudillos
el ventanal de mi cuarto.
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Almudena Guzmán
España
Navacerrada, Madrid, 1964

6 comentarios:

Maritza dijo...

Lo rotundo de una verdad; lo intenso de una ausencia...
Cuántos detalles la nombran,mutando la naturaleza interior de la hablante...

Me encantó.
"Y en vez de tu cuerpo fue la fiebre, la humedad, el tremendo cansancio fluyendo de los frascos de perfume".


HERMOSO.

ABRAZOS GRANDES,TRINI.

Maruja dijo...

es una belleza amiga Trini.
Feliz fin de semana.

Ana dijo...

Ausencia pura y dura, llena de recuerdos que la hacen más grande.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Trini:
En Aranjuez hace hoy un día espléndido, del cielo cuelgan algunas nubes blancas y onduladas como de ilustración de un cuento infantil. Me asomo a la ventana, vivo en un tercero, y veo una fila larga de acacias de Constantinopla. No es Sevilla, pera ya tenemos algo en común, un paseo de “albizias”.
Almudena Guzmán es poeta que toca con su voz en el lugar exacto donde tú y yo, aquel y aquella, hemos sentido latir la vida, nuestra vida. Y es que Almudena crea ese vínculo existencial que nos aproxima a los humanos. A veces sí, a veces el tremendo cansancio. Pero es ello, la misma Almudena, de carne y hueso y alegría, quien nos dice en otro poema: “No pienses en nada / pero recuérdalo todo / y tírate de cabeza a la piscina / del mundo.”
Y a ti, Trini, poeta, gracias por estar ahí y ayudarnos a recordar.
Un saludo,
Cecilio

Alma Mateos Taborda dijo...

Bello e intensos versos donde duele la ausencia. Maravilloso! Un abrazo

Unknown dijo...

Muy bello ! Cuánto amor y cuánto dolor ! besos de luz.