17 diciembre 2012

Carmen Conde, Lo infinito

Tú vives en el alba.
Los pájaros te aclaman.
De túnicas de aves te viste la alegría.
¡Qué aurora la que exaltas!
¡Qué noble luz la tuya!
Te escuchan las mañanas y las noches
porque eres como un cirio,
porque eres como un corzo.
Sentirte a ti que pasas
rozándome las rosas  y los ayes...
Doler en tus rodillas, estrujada
por riscos y malezas.

Y que un céfiro de alondras venga dulce,
que tú llegues aventando mis heridas...
Ser mujer y tuya, ¡qué inefable
fundirse la conciencia entre tus brazos!

Carmen Conde
España
Cartagena, Murcia, 15 de agosto de 1907/

Madrid, 8 de enero de 1996

2 comentarios:

Unknown dijo...

hermoso poema !! Emocionan. besos de luz.

DE-PROPOSITO dijo...

rozándome las rosas y los ayes...
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As rosas,... são nos oferecidas em momentos de alegria e por vezes em momentos de tristeza.
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Que a felicidade ande por aí.
Manuel