30 julio 2015

Juana de Ibarbourou, Reconquista

Todo llanto se vuelve transparencia,
todo gemido se hace melodía,
cuando, siendo ya noche o mediodía,
tengo el lujo plural de tu presencia.

Es el dolor en mí como una herencia
¡Tan dulce y melancólica la pía
imagen de mi madre! La alegría
es siempre una nostalgia y una ausencia.

Para nosotros. Pero tú has llegado
con tus flores de miel, con tu sagrado
ímpetu, y la ternura sin medida

con que iluminas mis sapientes penas,
y vuelven a entibiárseme las venas
con los más ricos zumos de la vida.

  Juana de Ibarbourou
Uruguay
Melo, 8 de marzo de 1892/

Montevideo, 15 de julio de 1979
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Trini, maravillosa nuestra querida Juana. ¡Hermosísimo poema!
Saludos,
Loli