Cuántas
veces mi sueño te recogió con trenzas,
herida
de niñez, bajo la lluvia.
Un
portal entornado era mi vida,
tu
soledad era una hazaña oscura.
Desconsoladamente
llegabas del otoño
y
naufragabas entre tanta bruma,
astro
indeciso y ciego que cruzabas
sobre
mi juventud, perdiendo altura.
Y
tu imagen se hundía sin rumbo en mi memoria
atravesando
noches y lagunas.
Allí
la guarda el sueño: en él navega,
surco
de luz entre las sombras últimas.
Carlos Sahagún
España
Onil 4 junio de 1938/
1 comentario:
Hermosísimo poema, Trini.
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