30 diciembre 2016

Ricardo Iribarren, Lunar 5

Las mujeres
guardan la luna en la planta de los pies.
Los hombres la buscamos
desordenadamente
en los senos,
en el sexo,
en los ojos,
a lo largo de sus piernas,
en el hueco de sus hombros...
...y ellas andan descalzas
y la luna en sus plantas
sube y baja
del talón a los dedos:
navío al garete,
niño furioso y riente
la esquiva luna en las pequeñas plantas
con misterios crujientes
con esa carga de toros
y de recién nacidos,
de bestias y de hombres...
...nos bastaría
besar las plantas
del talón a los dedos
y llenarnos de luna
la glotis, el esófago;
la vieja luna invadiendo las entrañas;
atragantando de claridad,
la vida entera.

Ricardo Iribarren
Argentina
Mar del Plata, 24 de febrero de 1949

2 comentarios:

tecla dijo...

Ay, Ricardo Iribarren. Que si las mujeres hemos nacido con una luna en los pies, tu has nacido con unas palabras como para caernos de espalda y entregarnos a ti bajo las estrellas.
Gracias, Trini.

Gocho Versolari dijo...

Gracias querida Tecla. Ha sido una sorpresa la publicación de este poema. Te lo agradezco amiga. Besos y abrazos