Cuando la luz se va con el ocaso
y sobre el monte la cabeza inclina,
la tarde quema lentas golondrinas
en la pira solar de su regazo.
Nubes de leve, silencioso paso,
campos de dalias son y mandarinas.
Arde un solo fulgor en la opalina
lejanía del azul, como en un vaso.
Suelta la brisa se levanta. Apenas
se mueve el árbol. Y un color se niega
a ser color ante el nocturno acoso.
El cielo es playa de incendiada arena.
Y un caracol de luz en sí repliega
sus propias soledades, silencioso.
Luz Machado
Venezuela
Ciudad Bolívar, 3
de febrero de 1916
Caracas, 11 de
agosto de 1999
1 comentario:
Exquisito poema, Trini.
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