ya no vives en mí
nada pueden hacer por vos mis manos
ni el revés de mis ojos
ni el peso de los años caminados en silencio
al borde de no sé qué tarde de guayabas
de no sé qué aurora huida de nuestros pies
nada pueden hacer mis manos
nada
ni mis ojos
ni mi sangre viajera
nada
que no sea alojarte en mi boca por última vez
y luego ver cómo te alejas
definitivamente
en el aliento quebrado de un poema.
Rodrigo Galarza
Argentina
Caà Catì, Provincia de Corrientes, 1972
1 comentario:
A veces el desamor es como una paloma, que vuela libre, sin rumbo, ni destino...
Triste y reflexivo poema.
Gracias por traerlo, Trini.
Mi abrazo y feliz noche.
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