24 abril 2017

Rafael Guillén, Anclado en mi tristeza de profeta

Anclado en mi tristeza de profeta
sé cuánto ha de valer lo que hoy recibo;
cuánto valdrá después esto que vivo
sujeto a este después que me sujeta.

Mi plenitud en ti quedó incompleta
y espera un no sé qué definitivo.
Mientras, cerca de ti, escribo y escribo,
poeta al fin, en tiempo de poeta.

Sé cuánto ha de valer; eso es lo triste.
Valdrá más de lo mucho que poseo
el recordar lo mucho que me diste.

Profetizado don, con que falseo
esta presente gracia que me asiste
y esa futura gracia que preveo.

Rafael Guillén
España
Granada, 27 de abril de 1933

1 comentario:

Mª Jesús Muñoz dijo...

La sabiduría del poeta se adelanta en el tiempo, intuyendo que, todo lo recibido y lo vivido, sabrá valorarlo en el futuro...Ese futuro, que ya es presente...Muy bueno y profundo.
Mi abrazo y gracias por este regalo.