Cuando
murmuras con nervioso acento
tu
cuerpo hermoso que a mi cuerpo toca
y
recojo en los besos de tu boca
las
abrasadas ondas de tu aliento.
Cuando
más que ceñir, romper intento
una
frase de amor que amor provoca
y a
mí te estrechas delirante y loca,
todo
mi ser estremecido siento.
Ni
gloria, ni poder, ni oro, ni fama,
quiero
entonces mujer. Tú eres mi vida,
ésta
y la otra, si hay otra; y sólo ansío
gozar
tu cuerpo, que a gozar me llama,
ver
tu carne a mi carne confundida
y oír
tu beso respondiendo al mío.
España
Calatayud,
3 de febrero de 1862
Alicante,
21 de febrero de 1917
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