Primero
te retraes,
te agostas,
pierdes
alma en lo seco,
en
lo que no comprendes,
intentas
llegar al agua de la vida,
alumbrar
una membrana mínima,
una
hoja pequeña.
No soñar
flores.
El
aire te sofoca.
Sientes la
arena
reinar
en la mañana,
morir
lo verde,
subir
árido oro.
Pero,
aún sin ella saberlo,
desde
algún borde
una
voz compadece, te moja
breve,
dichosamente,
como
cuando rozas
una
rama de pino baja
ya
concluida la lluvia.
Uruguay
Montevideo,
2 de noviembre de 1923
1 comentario:
Preciosa poesía Trini.
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