El
mundo es soñado por un dios durmiente,
y
los escalofríos de la aurora exprimen destellos de su alma.
Recuerdos
de cosas que ocurrieron ayer,
antes
de que el mundo existiera,
fantasmas,
fugaces reflejos.
Eso,
de cuya esencia no formamos parte,
sale
a nuestro encuentro donde al camino se tuerce,
y
respira un horror que no es nuestro,
muy
lejos de los límites,
de
mundos hechos de otras leyes.
Duerme,
duerme más pesadamente, durmiente,
hasta
que los sueños no te atormenten más,
o
bien despierta a la luz del día, creador,
y
conviértenos en seres reales!
Karin
Boyen
Suecia
Götenborg,
26 de octubre de 1900
Alingsås,
24 de abril de 1941
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