Todo esto ya existió,
otros hablaron de ello.
Tú te acuestas con tu cuerpo
incendiado y fangoso,
esquivas el calambre
la mancha
los hilos encontrados,
mientras alguien muy cerca te engulle
cuida de ti
te cría
en el vacío,
mientras alguien dice a tu madre
cuál es tu verdadero nombre.
Lo que había ahí también era la vida,
otro de sus cantos remedados,
lo que había ahí en el ciclo del hierro
en la forja:
tu pulpa en manos del verdugo,
apenas un arco
entre lo material
y la hipótesis.
Qué sucedería si el deseo fuera cierto
y fecundo,
qué sucedería si tu boca fuera tragada
por la suya,
se cerraría entonces
el colapso impar y roto del miedo
la extrañeza de quien ama solo
a los aparecidos.
II
sombra sombra sombra
placa entre placas
desnivel
de mi hueso en la tierra
chirrido de las aves
santidad del verbo y de la pústula
santidad de las lenguas que se esconden
en mi lengua
yo que he guiado mis pasos
hacia el eje
yo
la escogida
a quien han hablado los cristales y las
hojas
yo
la gran ensimismada
la que surca la materia espiral de un
pensamiento
la que unge los espejos de rasguños
la que vivió una vida más alta
y murió una muerte más pura
Unica Zürn
Alemania
Grunewald, Berlín, 6 de julio de 1916
Paris, Francia, 19 de octubre de 1970
1 comentario:
Hola! El poema es precioso. De quién es la traducción?
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