19 abril 2019

Lucian Blaga: Eva

Cuando la serpiente tendió a Eva la manzana,
le habló con una voz que tintineaba
entre las hojas como una campanilla de plata.
Pero sucedió que después una voz más baja aún
le dijo algo al oído
muy bajo, muy bajo,
algo que no está en las Santas Escrituras.
Ni Dios mismo pudo oírlo
aunque escuchara.
Y Eva no quiso decirlo a nadie,
ni a Adán.
Desde entonces la mujer esconde bajo los párpados
un misterio,
y mueve sus pestañas como si dijera
que sabe algo
que nosotros no sabremos jamás,
lo que nadie sabe,
ni Dios mismo. 
Lucian Blaga
Rumania
Lancrăm, 9 de mayo de 1895
Lancrăm,  6 de mayo de 1961

1 comentario:

DaniPovedano dijo...

Pues jodeleñe!, yo creo que Yavéh debió prohibirles comerse a la serpiente. Y se la habrían jalado!

(Fruta prohibida, fruta mordida!)