en la secreta casa de la noche
a la hora en que los pescadores furtivos
reparan sus redes tras los matorrales,
aunque todas las estrellas cayeran
yo no tendría ningún deseo que pedirles.
Y no importa que el viento olvide mi nombre
y pase dando gritos burlones
como un campesino ebrio que vuelve de la feria,
porque ella y yo estamos ocultos
en la secreta casa de la noche.
Ella pasea por mi cuarto
como la sombra desnuda
de los manzanos en el muro,
y su cuerpo se enciende como un árbol de pascua
para una fiesta de ángeles perdidos.
El temporal del último tren
pasa remeciendo las casas de madera.
Las madres cierran todas las puertas
y los pescadores furtivos van a repletar sus redes
mientras ella y yo nos ocultamos
en la secreta casa de la noche.
Jorge
Teillier
Chile
Lautaro,
24 de junio de 1935
Viña
del Mar, 22 de abril de 1996
4 comentarios:
Que bonito por Dios!!
Un buén lugar esa casa secreta...
Todo mi cariño Trini!
Ese lugar secreto, ese refugio si parece más allá de los sentidos y con los sentidos bien presentes al mismo tiempo. Una maravilla auténtica, poema que desconocía. Gracias.
Un besazo.
Es un poema precioso, un beso
Qué bonito!!!.
Si conocía a este poeta, sinceramente, lo he olvidado, así que habrá que remotarlo, aunque ya sabes que los poemas no son mi fuerte.
Pero en serio... qué bonito!!!.
Besote.
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