27 septiembre 2011

Ledo Ivo, La hoguera


Quema cuanto puedas:
las cartas de amor
las cuentas telefónicas
el cesto de ropa sucia
las escrituras y certificados
la deslealtad de los colegas
resentidos
la confesión interrumpida
el poema erótico que confirma
la impotencia
y anuncia la arteriosclerosis

los recortes antiguos y las
fotografías amarillentas.
No dejes a los voraces herederos
ninguna herencia de papel.
Sé como los lobos: muere en la
madriguera
y sólo muestra tus afilados
dientes a los canallas.
Vive y muere cerrado como un
caracol.
Dile siempre no a la escoria
electrónica.

Destruye los poemas
inacabados, los borradores,
las variaciones y los fragmentos
que provocan el orgasmo tardío
de filólogos y eruditos.
No dejes a los catadores de
basura literaria ninguna migaja.
No confíes a nadie tu secreto.
La verdad no puede ser dicha.
Ledo Ivo
Brasil
Maceió, Alagoas, 18 de febrero de 1924
Sevilla, España, 23 de diciembre de 2012


4 comentarios:

Chesana dijo...

Me ha parecido muy tremendo, pero mucho. Romper con todo lo tuyo y no dejar tras de sí absolutamente nada; es una forma de morir del todo. O eso creo. Aunque tampoco importa demasiado, ¿no?.

Abrazo.

fgiucich dijo...

Brillante!!! Abrazos.

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

Aunque siempre hay poemas que moriran en la más pura intimidad, yo sería incapaz de borrar su memoria.
Un besito

MUCHITA dijo...

mirale la ironia...

Besos mil.