Tú en el alto balcón de tu silencio,
yo en la barca sin rumbo de mi daño,
los dos perdidos por igual camino,
tú esperando mi voz y yo esperando.
Esclavo tú del horizonte inútil,
encadenada yo de mi pasado.
Ni silueta de nave en tu pupila,
ni brújula y timón para mis brazos.
En pie en el alto barandal marino
tú aguardarías mi llegada en vano.
yo habría de llegar sobre la espuma
en el amanecer de un día blanco.
Pero el alto balcón de tu silencio
olvidó la señal para mi barco.
Y me perdí en la niebla de tu encuentro
–como un pájaro ciego– por los años.
3 comentarios:
Cuando el reencuentro se vuelve un imposible. Gracias por tan hermoso poema.
Besos
Preciosísimo poema. Descarnado, sincero y lleno de sentimiento. Algún día, sin el balcón de ese silencio, nos reencontremos sin buscarnos.
¡Qué precioso poema ! Conmovedor, amoroso, tierno. Tiene todos los matices del amor y del abandono. Qué bello ese balcón del silencio !! besos de luz.
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