26 enero 2014

Wislawa Szymborska, Las cuatro de la madrugada

Hora de la noche al día.
Hora de un costado al otro.
Hora para treintañeros.
       
Hora acicalada para el canto del gallo.
Hora en que la tierra niega nuestros nombres.
Hora en que el viento sopla desde los astros extintos.
Hora y-si-tras-de-nosotros-no-quedara-nada.
       
Hora vacía.
Sorda, estéril.
Fondo de todas las horas.

Nadie se siente bien a las cuatro de la madrugada.
Si las hormigas se sienten bien a las cuatro de la madrugada,
habrá que felicitarlas. Y que lleguen las cinco,
si es que tenemos que seguir viviendo.

Wislawa Szymborska
Polonia
Kórnik, 2 de julio de 1923
Cracovia, 1 de febrero de 2012

Nobel 1996

2 comentarios:

José Manuel dijo...

El insomnio es un taladro que puede con todo, a las cuatro, a las cinco,...

Besos

Mª Jesús Muñoz dijo...

Ella está en vela...y su mente va recorriendo todos los tiempos...Hasta siente a las hormigas constantes e incansables recorriendo la vida...
El insomnio a veces es agonía...
Mi gratitud y mi abrazo siempre,Trini.
M.Jesús