Te quería, lo sé.
Lo supe luego, cuando tu ausencia reposó mi sangre.
Pero andaba la lepra del deseo tan aína en el labio
que iba a decir -estrella-,
y se trocaba en madrugada de coñac y sombra...
Y ahora que vuelve el viento de las cinco
a levantar castillos en mi frente,
y las nubes de otoño arremolinan tu recuerdo
en el cuenco de mi mano,
necesito vestir mi voz de tarde
con citas y alamedas de domingo,
para decirte, amor, cómo te quise,
cómo te quiero todavía,
aunque sé que mi voz ha de perderse
en el largo sahara de tu olvido...
España
Arcos
de la Frontera, Cádiz, 1922 / 1977
5 comentarios:
Que difícil se hace el olvido cuando queda mucho amor por vivir.
Me encantó, no lo conocía.
Besos
Cómo me gusta !!... qué difícil se hace todo , cuando hay que dejar de querer y todavía se quiere.
Qué poeta ! escuché alguna vez su nombre pero no lo conocí tanto,
Besos del alma.
¡Buena tarde !
Tiene esa nostalgia de los poemas de Benedetti. Què bien juega con el recuerdo amoroso...y es que asì es...eso que amamos...vuelve a marcarnos en las horas de pena. UN abrazo. Carlos
Realmente no somos conscientes de lo que vivimos, hasta que se ha ido y volvemos a vivirlo con más intensidad y más deseo si cabe...
Preciosa evocación del ayer...en ese sentimiento que perdura en el tiempo.
Mi gratitud y mi abrazo siempre, Trini.
M.Jesús
que dificil pensar en el ayer que importante no olvidar la esperanza que todo sea en clave poesia maravilloso si es real nos hacen reflexionar y nos llega hasta el corazon cara palabra
saludos
Publicar un comentario