22 julio 2015

Carlos Pellicer "Al dejar un alma"

Agua crepuscular, agua sedienta,
se te van como sílabas los pájaros tardíos.
Meciéndose en los álamos el viento te descuentan
la dicha de tus ojos bebiéndose en los míos.

Alié mi pensamiento a tus goces sombríos
y gusté la dulzura de tus palabras lentas.
Tú alargaste crepúsculos en mis manos sedientas:
yo devoré en el pan tus trágicos estíos.

Mis manos quedarán húmedas de tu seno.
De mis obstinaciones te quedará el veneno,
flotante flor de angustia que bautizó el destino.

De nuestros dos silencios ha de brotar un día
el agua luminosa que dé un azul divino
al fondo de cipreses de tu alma y de la mía.

Carlos Pellicer
México
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1 comentario:

Mª Jesús Muñoz dijo...

Impresionante poema, amiga. Un chorro de metáforas fluyen angustiadas y nostálgicas a reposar en ese silencio final, que es azul lleno de calma y plenitud...Mi gratitud y mi abrazo de luz por tu buena elección...Mi felicitación también a Carlos Pellicer.
M.Jesús